miércoles, 13 de julio de 2011

PRESENTARAN LIBRO SOBRE LA FRONTERA ENTRE TACNA Y MOQUEGUA

Con el propósito de proyectar mayores luces históricas y geográficas sobre las políticas de demarcación territorial, del país y la región, el Instituto de Ciencias Sociales del Perú, presentará el libro titulado “La frontera entre Tacna y Moquegua” cuyos autores son los historiadores Oscar Panty Neyra y Efraín Choque Alanoca.

El acto académico se cumplirá este viernes 15 de julio a las 10 y 30 de la mañana en el Centro de Convenciones Jorge Basadre (Ex Miculla); para el efecto participarán los comentaristas Edgar Bolaños, Abel Sotelo y Odilón Farfán, como el auspiciador de la edición Rafael Vargas Málaga y el gerente de la casa editora Perugràfika José Luis Maldonado.

En la presentación del texto se señala que “las páginas de este libro constituyen un importante aporte de sus autores para mejor entender el origen y naturaleza de nuestro territorio regional, no solamente como espacio físico, sino también como hábitat en el cual debemos desarrollarnos con responsabilidad y en el cual debemos procurar convivir en armonía con nuestros semejantes.” Advierte además que hay pretensiones anexionistas que deben merecer una atención preferente de las autoridades regionales y el ciudadano informado.

Como es de público conocimiento, sus autores junto a Elisberto Villegas también preocupados por la cuestión territorial publicaron en 2007 el libro Huaytire, visión geohistórica, cuyos alcances debieran compulsarse para la defensa de los intereses regionales.







viernes, 24 de junio de 2011

LA REBELION DE ZELA SEGÚN LOS ENFOQUES HISTORICOS

Efraín Choque Alanoca 
Veamos a continuación un esquema comparativo que nos permitió elaborar un acercamiento al debate en torno a las ideas historiográficas referidas a la rebelión de Francisco Antonio de Zela en este año bicentenario de la misma. 


A diferencia de lo ocurrido durante la conmemoración del centenario de la rebelión de Francisco Antonio de Zela (20 de junio de 1911), donde el único discurso histórico que monopolizó las efemérides fue el liberal-tradicional; durante el bicentenario (20 de junio de 2011) estuvo presente además el discurso crítico-nacional llamado también de la nueva historia. 

Esto revela la crisis histórica en que se debate la vieja historiografía liberal criolla, por un lado; y el surgimiento cada vez más sostenido de la historia alternativa, ligado al pueblo trabajador, por el otro. 

Tócales representar, en la ciudad de Tacna, en estos días del Bicentenario, a la primera corriente – constituida en “oficial”- a Luis Cavagnaro; y a la segunda a Oscar Panty. Cavagnaro, ligado a los grupos de poder local y a algunos de presión como a la denominada masonería, publicó una biografía titulada “Zela el adalid de la libertad” (2008); mientras que Panty, vinculado a los sectores populares y magisteriales, sostuvo sus ideas en el libro “Zela, el personaje en contexto” (2011). Hemos preparado unas líneas comparativas para un entendimiento más concreto y asequible de las propuestas que cada enfoque en cuestión construyó –y construye- sobre el movimiento de Zela. 

1. CARACTER POLITICO DE LA COYUNTURA. Llama la historia tradicional al periodo: Emancipación; en cambio, la nueva historia le denomina: Independencia. Cuestiónale la nueva historia a la historia tradicional el utilizar dicha categoría (Emancipación) procedente del derecho civil, por el cual el hijo, al cumplir la mayoría de edad, se emancipa del padre o madre; o también cuando el esclavo recibe la libertad del amo. Resulta que España no nos otorgó la libertad política, pues hubo una guerra político- militar para obtenerla. Dicha guerra fue iniciada – o reiniciada - por Tupac Amaru II en 1780, con Buitrón y Ali en Tacna, 30 años antes de  los levantamientos criollos de Zela y Paillardelle. Hasta hace poco (1980), los estudios de los historiadores tradicionales o de la historia oficial iniciaban la mentada emancipación en 1808, ocultando el aporte de indígena liderado por Tupac Amaru II y Tupac Catari. Los estudios de la historia nueva siempre se iniciaron con la revolución del cacique de Tungasuca, sin desconocer a los precursores indígenas.

2. COMPRENSION TEMPORAL DE LA COYUNTURA. Para la vieja historia la emancipación es un periodo ya concluido, en donde el hijo (el Perú) logró su emancipación de la madre patria (España) al alcanzar una conciencia madura y por tanto poder iniciar una vida independiente. Para la nueva historia, la independencia lograda en 1821-1824 en sólo política, hace falta lograr la total independencia y soberanía de las potencias extranjeras que han controlado el poder económico, político e ideológico durante la república hasta nuestros días. 

3. NOMINACION DEL ACONTENCIMIENTO. La historia tradicional trajo una novedad este año bicentenario; ya no quiso llamar “grito” o “revolución” o “insurrección”, como solían hacerlo sus primeros representantes, sino emplear el término “gesta”. Claro está manifestando sus temores hacia procesos de evidente enfrentamiento social, como los que intentó protagonizar la oportunista y pragmática clase criolla durante la independencia. Alberto Flores Galindo escribió que lo realizado por Tupac Amaru fue una revolución, debido a las transformaciones que se efectuaron en el sistema luego de su debelamiento; en cambio las rebeliones, no generan estos cambios, pero se manifiestan con acciones armadas fallidas. Los llamados gritos, conatos, son acciones de menor envergadura, pero de mucha importancia para la acumulación de fuerzas sociales y políticas. 

4. CARÁCTER DEL MOVIMIENTO. El carácter del movimiento, como se sabe revela el contenido del mismo; y al respecto la vieja historia reconoce al movimiento de Zela un carácter anticolonial sin presentar mayores pruebas fidedignas. Es decir, como si el criollo Zela habría sostenido algo más radical que lo realizado por la Junta de Buenos Aires, lo que resulta contraproducente. Como se recuerda la referida Junta en una primera etapa –la contemporánea a la rebelión de Zela- fue autonomista; es decir luchó contra el virrey local, pero aún no propuso una ruptura con el Rey de España. Eso hizo Zela en Tacna cuando los días de la rebelión: vivó a Fernando VII, la Junta de Buenos Aires y Castelli, pero denigró al gobierno de Lima. Diferente es el caso de esta Junta, cuando con Paillardelle (en 1813) pugnó un separatismo más desembozado. Por esta razón la nueva historia reconoce en la rebelión de 1811 un carácter autonomista. 

5. OBJETIVOS DE LA REBELION. Comprendiendo el carácter que le da cada enfoque histórico al movimiento podemos colegir los objetivos que le otorgan al mismo. La historia tradicional, sostiene por ello que Zela buscó instaurar un verdadero régimen anticolonial, sin sopesar objetivamente las casi nulas fuerzas militares, logísticas y programáticas al respecto. De esta incomprensión resulta, la tan mentada frase que el movimiento de Zela fue el “primer grito en América”, lo que no es cierto. En cambio, la historia crítica sostiene que sus objetivos no podían sobrepasar los propuestos por el gobierno de las provincias unidas del río de la plata para el Bajo Perú y Alto Perú: es decir, contribuir a la consolidación de este para avanzar hacia el enfrentamiento con el ejército del virrey Abascal. 

6. DIRECCION POLITICA. Mientras que la historia oficial habla de una alianza de los sectores sociales criollos, indígenas, mestizos; la historia alternativa sostiene que se trata de una rebelión típicamente criolla por los objetivos políticos esgrimidos y los cambios en la estructura política en los cortos días que duró la misma. Se refiere a los personajes que complotaron la noche del 20 de junio de 1811, y a quienes fueron designados por Zela para los cargos administrativos, políticos y militares de lo que llamó el gobierno o Comandancia de la Unión Americana. Es cierto, el programa y los bandos publicados por el líder criollo excluía de sus objetivos políticos y sociales las demandas e intereses de los sectores indígenas y negros de la ciudad. 

7.COMPOSICION SOCIAL. Sin presentar pruebas convincentes y objetivas, la vieja historia oficial, imagina que la rebelión de Zela tuvo una composición multiétnica. Es más, cree equivocadamente, en este punto, que sólo utilizando categorías étnicas se puede reconstruir la composición social del proceso en cuestión. Creemos que si se aspira a la objetividad del relato, es necesario además utilizar las categorías de clase (Heraclio Bonilla). Entonces podemos decir con más propiedad que fue un pequeño sector de criollos-comerciantes y hacendados locales vinculados a la arriería con el Alto Perú (Zela, Siles, Argandoña, Herrera, etc.) quienes dirigieron el movimiento, pero que necesitaron de aliados mestizos –comerciantes y arrieros como los Ara, vinculados familiarmente muchos de ellos entre sí. Un minoritario sector indígena campesino o comunero fue acampado en la pampa de Caramolle sólo en el cuarto día del movimiento. 

8. VISION DE LA SOCIEDAD LOCAL-REGIONAL. Echando mano de concepciones funcionalistas, la vieja historia construye el relato presentando a la Tacna de 1811 como una sociedad integrada, con “cohesión social” y “democrática” (Cavagnaro) que sólo existe en la imaginación de sus autores. Con pruebas suficientes la nueva historia reconstruye los sucesos teniendo como contexto una sociedad profundamente estratificada y en conflicto, desde la presencia colonialista española en la región y el mundo andino. 

9.ETAPAS DE VIDA DE ZELA. La historia oficial preocupada en el culto a la personalidad del líder, se desliza por una sola y única etapa de su vida: el de precursor anticolonial. El hombre es ascendido a esferas etéreas propio de los protomártires del panteón independentista. Entonces, en esta posición imaginaria presenta a Zela como un consumado liberal defensor de ideas y valores democráticos, como el de la libertad, fraternidad e igualdad. Aquí hay una confusión verdadera, pues se superponen los tiempos y espacios en el desarrollo de las ideas liberales en el Perú. La nueva historia recupera en Zela al hombre en el contexto social, político e ideológico, y por ello encuentra que su vida pública habría atravesado por tres etapas: fidelista, reformista- autonomista y de incertidumbre. 
 
10. IDEOLOGIA-HISTORIOGRAFIA. La historia oficial del movimiento de Zela trasunta la ideología criolla liberal Independentista. Esta tendencia, construyó aquel mito que consagra a Tacna como el primer pueblo donde resonó el grito de libertad en América. Esta idea mitológica, basada en el dogma y en parte en la realidad, se corresponde con aquel otro que dice que el 28 de julio de 1821 fue el momento definitivo en la ruptura de los lazos con España. En su desesperación culminante, al ver que los mitos caen ante las investigaciones históricas concretas, esta tendencia inventa otros exabruptos a saber que Zela habría sido un hermano masón o que sin su acción no se habría jurado la independencia en el Perú. 

La historia crítica considera que la erradicación de tales figuras idílicas o mitológicas requiere de sostenidas investigaciones, análisis y explicaciones, pues su arraigo es casi generalizado, a la par hay un avance muy auspicioso de las tendencias más objetivas de la construcción histórica al haber ganado espacios en los sectores populares, de maestros y escolares, como los medios de comunicación. La primera reimpresión  -al mes de la edición- del libro “Zela, el personaje en el contexto”, como la consulta por más de 50 mil cibernautas de los blogs dedicados a la rebelión, nos dicen que la nueva historia no sólo es conocida y preferida sino también que goza de muy buena salud.

domingo, 19 de junio de 2011

PRESENTAN EL LIBRO "FRANCISCO ANTONIO DE ZELA, EL PERSONAJE EN EL CONTEXTO"

Escrito por Ericka Poma Cotrado, Radio Uno 
viernes, 17 de junio de 2011 

A puertas de conmemorarse el Bicentenario del Grito de Libertad dado por Francisco Antonio de Zela en Tacna, Oscar Panty Neyra y Efraín Choque Alanoca presentaron el libro “Francisco Antonio de Zela, el personaje en el contexto” en el que se cuestiona el trabajo logrado por historiadores como Cavagnaro y Pons Muzzo y se trata de responder algunos cuestionamientos de este levantamiento como ¿a qué intereses obedeció? ¿Cuáles fueron sus verdaderos móviles? ¿Es compatible su proyecto con la república criolla?, entre otros. 

“No nos animó, en ningún momento, copiar textos ya conocidos de la comunidad de investigadores históricos, estudiosos o académicos. Nos animó hacer una reflexión profunda, hacer una crítica profunda y proponer un trabajo renovador en cuanto a la concepción del proceso histórico que lideró Zela (…) en una sola palabra queríamos una obra diferente”, manifestó Efraín Choque Alanoca, durante su alocución en el auditorio del municipio distrital Gregorio Albarracín. 


La presentación estuvo a cargo de Edgar Bolaños quien afirmó que este nuevo material presenta una visión de la vida y obra de Zela renovada en cuanto al manejo de fuentes y metodología, alejada del culto a la personalidad y a la subjetividad presentada –hasta el momento- en otras narraciones. Además señala que a diferencia de lo que se conoce, la vida pública del prócer se distingue claramente en tres etapas: una primera fidelista, como diligente funcionario real al servicio del rey; luego otra, reformistas autonomista, cuando los sucesos de los días de la rebelión; y finalmente, una etapa de incertidumbre en los momento difíciles del juzgamiento y prisión

domingo, 5 de junio de 2011

GRAN ACOGIDA CONCITA REVISTA “NUEVA HISTORIA” N° 7

Circula con renovado éxito en el público tacneño, peruano y mundial la revista “Nueva Historia” en su número 7, correspondiente al mes de mayo 2011, cuyo director es el docente universitario Lic. Omar Nieto Cárdenas, miembro del Instituto de Ciencias Sociales del Perú. 


En este número se publica una interesante nota editorial titulada el “Bicentenario de la República del Paraguay”; asimismo los artículos y ensayos titulados “El Bicentenario de los pueblos latinoamericanos”de Claudio Chipana; “María Natividad Siles abnegada compañera de Zela” de Efrain Choque; “Motivaciones de Zela por la rebelión en Tacna” de Florentino Arpa y “Objetividad y subjetividad en la historia” de Oscar Panty Neyra. 

La presente edición inserta notas referidas a la publicación del libro “Francisco Antonio de Zela, el personaje en el contexto” cuyos autores son los historiadores Oscar Panty y Efrain Choque; también se anuncia el “Encuentro Internacional sobre los Bicentenarios de las Juntas de Gobierno de América y la rebelión de Zela en Tacna” a efectuarse en Tacna los días 15 y 16 de julio. Lo organiza la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann con su Departamento de Ciencias Sociales y entidades de la sociedad civil como El Instituto de Ciencias Sociales del Perú (ICSP) y el Centro de Investigación y Asesoramiento para el Desarrollo Comunal (CIADECO). 

Como se sabe, la revista que comentamos se distribuye en forma gratuita, en los medios académicos locales y en librerías aledañas.

jueves, 26 de mayo de 2011

BICENTENARIO DE ZELA: ¿INDEPENDENCIA O EMANCIPACION?

En un libro de texto de historia dedicado a los estudiantes de educación secundaria el recordado historiador Pablo Macera escribió una magistral nota corta o contenido escolar que a continuación presentamos.



Nos animamos a propagarlo, pues observamos que en el actual escenario del año Bicentenario de la rebelión de Zela, ciertos autotitulados seguidores de este insurgente criollo han olvidado algunos conceptos historiográficos aceptados por sus mentores mayores: Cúneo-Vidal, por ejemplo que tituló a su libro”Historia de las insurrecciones de Tacna por la Independencia nacional”.(Subrayado nuestro). Resulta que estos repetidores ahora llaman “gesta” a lo que antes Cúneo-Vidal llamó “insurrección” o “revolución” de Zela según José Belisario Gómez. Lo mismo podemos decir con respecto a la utilización del término “emancipación” en vez de Independencia como lo hizo Cúneo-Vidal.



En realidad, en fondo, se trata de un enfoque historiográfico tradicional y peregrino que ya no goza de buena salud.



(Efrain Choque Alanoca)

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¿INDEPENDENCIA O EMANCIPACION?



Pablo Macera



Preferimos usar el término Independencia y no el término Emancipación.



La emancipación es una figura jurídica por la cual



1º El padre concede mayoría de edad a sus hijos.



2º El patrón concede libertad a sus esclavos.



Resulta incorrecto ese término Emancipación para definir la lucha de los peruanos por conseguir su autonomía política. Por las siguientes razones:



19 la relación entre España y los peruanos no fue la de un padre respecto a sus hijos ni la de un patrón respecto a sus esclavos. Y,



2) España no concedió la libertad, no emancipó a su hijo –esclavo (el Perú).



Por el contrario España se resistió a la separación de su colonia.



El término Independencia resulta por eso más acertado. Aunque, no significa que se consiguiera entonces una independencia completa. La independencia es un proceso todavía en marcha. Desde los tiempos de Túpac Amaru y Ayacucho ha continuado con altos y bajos. Ha habido épocas, gobiernos y presidentes en que hemos sido más independientes y otros en que hemos sido más dependientes. Todavía continuamos luchando por alcanzar y realizar esta Independencia total que no significa aislamiento sino vivir juntos con los otros pueblos del mundo pero dentro de un sistema mundial justo para todos.








sábado, 21 de mayo de 2011

PUBLICAN LIBRO SOBRE VIDA DE FRANCISCO ANTONIO DE ZELA

En el marco del año bicentenario del movimiento insurreccional protagonizado por Francisco Antonio de Zela, el 20 de junio de 1811, el Instituto de Ciencias Sociales del Perú, acaba de publicar la significativa obra titulada “Francisco Antonio de Zela, el personaje en el contexto”. 

El libro analiza la vida pública de Zela en tres momentos claramente distinguibles: una, primera, fidelista, como diligente funcionario real al servicio de rey; luego otra, reformista autonomista, cuando los sucesos de los días de la rebelión; y finalmente, una etapa de incertidumbre en los momentos difíciles del juzgamiento y prisión. 
 

“A 200 años de ese intento insurreccional preguntamos ¿A qué intereses obedeció? ¿Cuáles fueron sus verdaderos móviles? ¿Es compatible su proyecto con la república criolla? La respuesta a esas interrogantes, en parte, las encontraremos en las páginas del texto que Oscar Panty y Efraín Choque ponen ante nuestros ojos.”, escribe en la presentación al novedoso texto el sociólogo e intelectual tacneño Edgar Bolaños Marín. 

Sus autores son los conocidos historiadores tacneños Oscar Panty Neyra y Efrain Choque Alanoca; quienes vienen preparando otro libro sobre el proceso de la independencia en Tacna a sustentarse en el próximo Encuentro Internacional sobre el bicentenario de las Juntas de Gobierno y la Rebelión de Zela a realizarse los días 14 y15 de julio del año en curso.

miércoles, 18 de mayo de 2011

MARIA NATIVIDAD SILES

Efrain Choque Alanoca 

No tenemos una preocupación ostensiva por la microbiografía o los relatos apologéticos respecto a determinados personajes históricos, al estilo de la vieja historia tradicional. Nos interesa más bien el análisis del personaje en el contexto histórico, para comprender su actuación en el proceso coyuntural y estructural. 

 Al abordar el presente artículo, respecto de algunos pasajes de la vida de María Siles, esposa del líder criollo Francisco Antonio de Zela, compartimos también, una idea expresada sobre el particular, por Rómulo Cúneo-Vidal; en el sentido, “que el historiador se inclina con respeto ante la memoria de la Infortunada mujer que con aquél compartió los trances de la conspiración, las alegrías de un efímero triunfo, la desesperación del vencimiento y, más tarde, un largo e ignorado martirio de esposa y de madre.” 

María de Siles –como solía firmar en sus escritos- nació en Tacna, siendo sus padres don Pedro Siles y Brusel, y doña María Antonia Antequera y Laso de la Vega. Falleció también en la misma población que la viera nacer un 4 de febrero de 1852, a los 74 años de edad . 


 Firma de Maria Natividad Siles en un expediente judicial. 

 La familia de la cual procede María de la Natividad Siles, estuvo vinculada a la arriería, la gran propiedad agrícola y el comercio hacia el Alto Perú. Respecto a dicha organización familiar dice Seiner: “(…) fue cabeza (de familia) su abuelo Diego Siles, una de las más importantes personalidades finan¬cieras de Tacna en la segunda mitad del siglo XVIII. Su caso es particular y atractivo; durante casi cuatro décadas que radicó en Tacna, que corren desde su arribo en 1750 hasta su muerte en 1789, Siles fue consolidando un respetable poder económico basado en el comercio que ejercía con el Alto Perú y en las crecidas sumas que percibía como producto del préstamo de dinero a una elevada tasa de interés. Sus deudores fueron muchos; tanto fue el interés que cobró por sus préstamos y tanto su arrepentimiento que mandó en sus disposiciones testamen¬tarias se devolviese el excedente que sus deudores habían abonado. Compró tierras en Tacna y alrededores; vendió escla¬vos y negoció con predios urbanos. Paulatinamente los bienes se acumulaban y acrecentaban el patrimonio gracias a la habilidad de don Diego para con los negocios. A su muerte, la cuantiosa masa hereditaria legada a sus familiares ascendía a poco más de 200,000 pesos, según cálculo de Gálvez. Los únicos y universales herederos reconocidos por Siles fueron sus 5 nietos, hijos del matrimonio de Pedro, su único hijo varón legítimo, con María Antonia Antequera. Estos fueron los que andando el tiempo resultaron ser cuñados del prócer. Sus nombres los proporciona Gálvez: Juan Bautista, María Flora, José Agustín y Josef. Este último fue con quien Francisco gestó y conservó las más sólidas relaciones de parentesco, participando conjuntamente en los sucesos de 1811 y luego de su debelamiento y soportando la común prisión en la Cárcel de Corte de Lima.” 

 Sin embargo, luego de su posterior ramificación, la familia tomará diversos giros, y la que corresponde a que inició María Natividad junto al joven Francisco Antonio de Zela, tuvo un derrotero desde los días holgado hasta arribar a los de una pobreza solemne, especialmente cuando se iniciaron los duros días de prisión y posterior muerte del caudillo. 

Francisco y María Natividad contrajeron nupcias en Tacna el 5 de junio de 1796. Para entonces ya ejercía el empleo de balanzario real. En sus cortos 15 años de matrimonio dieron al mundo 9 hijos, 5 varones y 4 mujeres. María Flora, fue la primogénita, y nació en 1797. A ella le sobrevinieron María Manuela, en 1799; José Santiago, en 1800; Emerenciana, en 1802; José Santos, en 1803; José Manuel, en 1805; José Buenaventura, en 1806; María del Rosario, en 1807; siendo el benjamín Lucas Miguel, que nació en 1810. 

Al producirse el matrimonio de Francisco Antonio con María Natividad, esta era 8 años menor que él. La ceremonia se produjo en la Iglesia matriz de Tacna en la fecha arriba señalada y quedó registrada con el tenor siguiente: 

"Año del Señor de 1796: En cinco días del mes de junio, el doctor don Fulgencio de Barrios, con facultad y licencia del licenciado don Marcos Domingo Rubio, encargado de esta doctrina de Tacna, casé inn faccie ecclesiae, por palabras de presente que hacen verdadero matrimonio, y velé según orden de nuestra Santa Madre Iglesia a don Francisco Antonio de Zela, natural de la ciudad de Lima, hijo legítimo de don Alberto de Zela y Neyra, difunto, y de doña María Mercedes de Arizaga, con doña María de la Natividad Siles, oriunda de este pueblo, hija legítima de don Pedro Siles, difunto, y de doña María Antonia de Antequera, habiéndose leído las proclamas en tres días festivos, que lo fueron el 26,29 y 30 de marzo. "Y, aunque residió impedimento de afinidad ilícita en segundo grado, le fue dispensado por S. Illmo., obispo mi señor, según consta del documento correspondiente; y no resultó otro impedimento de la información y demás diligencias que se practicaron. "Fueron testigos el coronel don Francisco Navarro, y Lorenzo Ramos, y para que conste lo firmo". 

 Ya en el marco de la rebelión del 20 de junio de 1811; los difíciles momentos que Zela experimentó al ser apresado violentamente por las fuerzas coloniales por orden del Subdelegado Antonio Rivero, en su inmarcesible domicilio, entre la noche del 24 y el 25 de junio, debieron constituir para María Natividad una prueba mayor de sacrificio, como esposa del líder abatido. 

Luego vendría, como es sabido, su primera mazmorra en la cárcel pública de Tacna. Por los años del encierro de Zela ya en Lima y posteriormente Chagres (Panamá) entre 1815-1819, los vínculos familiares se establecieron a través de ciertas misivas, conforme los deudos del mártir refirieron a sus biógrafos (entre ellos a José Belisario Gómez, y Rómulo Cuneo- Vidal). Antes de acaecer la muerte de Zela (probablemente en 1819), al parecer María Natividad ya se encontraba residiendo en el pueblo de Ilabaya. Y, sin el amparo del esposo añorado, atravesando múltiples angustias económicas. Estas necesidades y apremios llevó a la venta de la casa epónima. Para entonces, como señala Seiner, algunos de sus hijos habían ya alcanzado edad suficiente como para relevar a su madre de seguir contribuyendo a su mantenimiento. 

 Recibió ayuda es cierto, la esposa del insurgente, de algunos familiares radicados en Lima para afrontar el proceso judicial oneroso; pero también como dice Seiner “y aunque resulte paradójico, del propio gobierno virreinal. La Audiencia expidió un decreto, que no hemos tenido a la vista pero es con frecuencia citado y que podríamos fechar a fines de 1812, por el que se autorizaba a María Natividad recibir la mitad del sueldo que su esposo percibía y que ascendía a 1,100 pesos anuales. Se acordó, además, repartirlos equitativamente entre ella y Manuel Muñoz, novel funcionario que sirvió él puesto de balanzario desde 1813 hasta 1824, en forma ininterrumpida reemplazando al desterrado Zela.” En realidad no se trataba de un favor o ayuda del gobierno virreinal, como escribe Seiner, sino más bien de un derecho laboral que fue promulgado por la corona española mediante orden real del 23 de diciembre de 1773, y que es “el punto de partida más remoto de lo que hoy se conoce como el régimen de pensiones para servidores civiles del Estado”. La citada real orden hizo extensivos los beneficios de invalidez, cesantía y jubilación, concedidos en principio solo a los trabajadores del resguardo de Madrid, y luego a todos los servidores - empleados de la corona que hubiesen ejercido la función pública en un lapso de 12 hasta 30 años o más. Efectivamente, mandaba que al haber servido 30 años se le proponga con todo el sueldo que esté disfrutando, si hubiese servido 20 años, por las dos terceras partes, y con 12 años con la mitad del sueldo. Este último caso fue el que se aplicó a Zela como empleado cesante; y por ello se abonó a su esposa desde un principio el 50% del sueldo que percibía en la Caja Real de Tacna. Durante la república, los gobiernos otorgaron algún reconocimiento pecuniario llamado montepío a través de la resolución legislativa Nº 2670, y la ley 2935 en el sentido que el “premio pecuniario acordado a Antolín de Zela, nieto del Prócer de la Independencia Francisco Antonio de Zela, corresponde a su viuda e hijo.” Posteriormente la Ley 5442 concedió “montepío a las biznietas del Prócer de la Independencia Francisco Antonio de Zela.” Desde agosto de 1902 las señoritas Martina y Josefa de Zela, sobrinas del prócer de la Patria, don Francisco Antonio de Zela, percibían 50 soles de la tesorería departamental de Tacna libre como subsidio o pensión de gracia. (Archivo Departamental Tacna. Tesorería departamental de Tacna libre. 1902) 

En el “Padrón de contribuyentes de las ciudades de Tacna y Arica en 1830”, María Siles, fue registrada radicando en Ilabaya junto a su hija primogénita llamada “Flora Zela, de edad 36 años, viuda: tiene por hijos a Manuel Rospigliosi de edad 13 años, a Antonio de edad de 9, a Mariano de edad de 7, a Mariano de edad 6 y a María Eugenia de edad 1. Su madre Doña María Siles. Su esposo, fallecido don Pedro Antonio Rospigliosi.” . De igual forma ocurrió cuando se levantó el “censo político del distrito de Ylabaya” de 1841. En la última fase de su vida tuvo que enfrentar dos procesos judiciales con el objeto de mejorar las condiciones de vida de su hogar. El primero, en 1839, referido a la propiedad inmobiliaria que poseía en la antigua calle La Mar; y el segundo la solicitud de pobreza solemne iniciado en 1847. 



 María Natividad Siles en la fase última de su vida, en representación al óleo. 

En el primer proceso impulsado por Maria Natividad Siles el objeto fue el deslinde de una propiedad, ubicada en calle La Mar en la ciudad de Tacna, que tenía colindancia con la de Josefa Mazuelos. La viuda de Zela no pudo lograr su pretensión, pues el alcalde José Santiago Basadre ya había fallado “declarando sin lugar la solicitud de José Santos Zela y que la pared que pretendía era exclusivamente de la pertenencia de los herederos de doña Francisca Barrios” . En el caso presente el juez de la causa confirmó la decisión pasada “por ser la misma que interpuso su hijo don José Santos (…) y se condene por su temeridad en las costas”. 

A pesar que esta decisión fue apelada, esta finalmente fue confirmada en la Corte Superior de Arequipa en noviembre de 1839. Eran realmente momentos difíciles para María Natividad Siles. 

El segundo y último proceso civil se inició el 9 de setiembre de 1847, es decir 5 años antes que le sobreviniera la muerte. Buscaba, en este, María Natividad, la declaratoria de pobreza de solemnidad, como un beneficio para afrontar un largo proceso con los herederos del cacique Toribio Ara. El recurso solicitado tuvo un final positivo para los intereses de la familia de la pretendiente, pues el juez del caso, dictaminó a su favor. 

Sin embargo, José Rosa Ara, el primogénito de Toribio Ara, en nombre de los herederos presentó su oposición al recurso esgrimido por la señora María Natividad. Una lectura atenta de la solicitud de la viuda de Zela permite obtener una idea general de las condiciones de vida que soportaba por esos días: Una dura enfermedad que arrastraba desde años atrás; la exigua ayuda del Estado republicano al que su esposo contribuyó con su esfuerzo y vida; la avanzada edad y su responsabilidad en la subsistencia de su basta familia; y finalmente la falta de apoyo de las autoridades locales, pues ya radicaba en la heroica ciudad. 

Esta difícil situación fue ratificada por las declaraciones ofrecidas por los vecinos de la parte interesada. 

 Veamos los argumentos brindados por María Natividad en su petitorio ante a autoridad judicial local: “Al juez de Primera Instancia Doña Maria Natividad de Siles y Antequera, del modo mas conforme en Derecho, ante justificacion de U. me presento y digo: Que tengo que reclamar en juicio varias acciones y derechos y no puedo entablar la demanda ni tengo como continuarla por falta de recursos, pues lo poco que tengo y lo que me produce una pequeña arte de la hacienda de viña del valle de Sinto, tasadamente alcanza para la mantencion de ni persona y para sostener a mi familia, siendo muchas veces escasa y apurada mi subsistencia. En este lance el único remedio que me queda para que mi derecho no peresca, es obtener el beneficio de pobreza y para que se sirva U. declararla y yo pueda gozara de él, pido que con las citaciones de Ley y de unos de los Sindicos en defecto de parte legitima, se me reciba una Informacion de testigos, sobre si es cierto que la escasa entrada que disfruto como la viuda de Don Francisco Antonio de Zela apenas alcanza para mantener a mis hijos y familia, sin que cuente sin sobrante para otros gastos, y que mis enfermedades abituales y la imposibilidad ficica a que me hallo reducida por mis notorios males de años atrás que no me permiten siquiera andar y me tienen sujeta constantemente en la cama ocasionándome gastos crecidos en mi curación sin esperanza de alivio ni de mejorarme, me han constituydo en un estado de pobreza notoria, y que todo el mundo conoce. Evacuada la Informacion como solicito, se me declarara por tal pobre, franqueandoseme el correspondiente certificado para hacer uso del beneficio. Por tanto.- A U. pido y suplico se sirva decretar en los términos que llevo pedido por ser de justicia. Tacna Setiembre 9 de 1847.” (Se ha respetado la redacción original) En la oposición dada por el hijo del cacique que fue Toribio Ara, José Rosa, sugiere que María Natividad tendría tres propiedades en el interior de la hacienda Sinto, y que por arrendamiento de una de ellas percibe 650 pesos anuales, y que de las dos restantes “le deben pagar el duplo”. Asimismo señala que en “esta ciudad [Tacna] tiene un citio de su propiedad de mas de 30 baras de frente, ubicado en barrio del Callao”. Además – añade José Rosa – se le paga por el tesoro publico 30 pesos mensuales en razón de Biuda de Don Francisco Antonio de Zela”. (Se ha respetado la redacción original). 

María de Siles, la abnegada y sufrida compañera de Zela, en último análisis histórico, soportó con estoicismo, el estructural abandono no sólo de las autoridades republicanas, ya en épocas de iniciación del sistema liberal sino también cuando el Perú vivía una época de bonanza, debido al ciclo del guanero; sino también de las propias autoridades locales; tal como ocurrió con otras personalidades que ofrendaron su vida como Toribia Ara, de quien dijo Rómulo Cúneo-Vidal estas conceptuosas palabras: ”mujer admirable que debemos tomarla como el prototipo de va¬lentía, altivez y patriotismo. No hay una sola mujer en la historia de Tacna que haya reunido como ella dotes tan admirables. Fue sincera adicta a la causa emancipadora. Logró dominar las in-certidumbres de su esposo [Manuel Calderón de la Barca] y darle apoyo moral en sus desgracias y decaimientos. Cuando Calderón de la Barca se refiere a ella, dice: "que es la esposa más abnegada, cuyo amor a la Patria ha sobrepasado al de cualquier otra mujer".”