martes, 8 de marzo de 2011

SEMBLANZAS BIOGRAFICAS SOBRE FRANCISCO ANTONIO DE ZELA (I)

Efrain Choque Alanoca

Desde la historiografía liberal se han ensayado algunas notas biográficas o semblanzas sobre la vida y la acción del prócer criollo Francisco Antonio de Zela. 

En esta oportunidad entregaremos dos biografías clásicas cuyos autores son los destacados historiadores Manuel Mendiburu y Rubén Vargas Ugarte. Ambos son especialistas en la temática colonial y autores de sendas obras generales y de consulta.

En una entrega posterior ofreceremos otras notas biográficas de este caudillo limeño redactadas por Luis Cúneo- Vidal, Lizardo Seiner y luego una escrita por nosotros. 

La investigación histórica en los últimos años ha logrado algunos datos nuevos respecto de la insurrección tacneña de 1811, sobre todo lo referido a los aspectos económicos-sociales, el carácter del movimiento político y algunos aspectos jurídicos del proceso al que sometido su líder. 
I. ZELA Y NEYRA, D. Francisco Antonio.
Por : Manuel de Mendiburu y Monet 
(Diccionario histórico-biográfico del Perú. Imp. Francisco Solis. T. XI. Lima, 1885. Págs.378-379) 

“Nacido en Lima en el año de 1768, hijo de D. Alberto Zela y Neyra, natural de Lugo en Galicia, y de doña María Mercedes Arizaga Hurtado y Mendoza que nació en Lima. 
Don Alberto fue ensayador y balanzario en Cailloma por cuyo empleo cargó 7000 pesos. 

Suprimidos allí las Cajas Reales, trasladadas a Arica, y después a Tacna, lo fue también la oficiana del ensayador. Don Alberto en esta última cuidad, casual y trágicamente por efecto de un tiro disparado de una escopeta que se creyó vacía, en el momento en que la examinaba un amigo suyo. Con este motivo le sucedió en el empleo vinculado D. Francisco Antonio, que había hecho sus estudios en el colegio seminario de Santo Toribio en Lima. 

Era hombre de instrucción, de probada valentía, y abnegada sentimientos muy nobles y patrióticos que le indujeron su deseo la emancipación del Perú, del dominio de España. Acababa de ocupar la ciudad de La Paz el ejército argentino dirigido por Castelli, y organizado el general Goyoneche en su acantonamiento de Zepita, las tropas realistas prevenidas para rechazar a aquél cuando Zela concibió la idea y que muy luego paso a ser un plan convenido, de dar el grito de independencia en Tacna, para apoyar las operaciones de Castelli, con quien se asegura estaba de acuerdo, y llamar de una manera seria la atención de Goyoneche a su retaguardia, extendiendo la insurrección hasta Tarapacá y excitando a ella a otras provincias circunvecinas. El proyecto era aventurado y expuesto , y los recursos de Tacna muy pequeños para llevar adelante tamaña empresa, en el caso de sobrevenir el menor entorpecimiento o cualquiera suceso adverso, por inesperado que fuese. El 20 de junio de 1811, día en que el ejército argentino fue vencido en Guaqui, ejecutó Zela en Tacna la revolución a la que solo pudo atreverse un ánimo tan elevado como el suyo. Reunió en su casa a la hora convenida a todos los cómplices y muchas gente armada; y con el apoyo de una parte de los milicianos que estaban en el secreto, procedió a destituir al Subdelegado Don Antonio Rivero, y al coronel Don Francisco Navarro que era del regimiento de la provincial. 

En este movimiento hecho sin efusión de sangre, ni desórdenes, figuran como colaboradores, un vecino apellidado Capisca, Don José Gómez, el doctor Don Jose4 Barrios, Don Gabino Barrios, Don Pedro Alejandrino Barrios, Don Juan Rospigliosi, Don Felipe Gil, Don José Rosa Ara (hijo del cacique del pueblo), Don Fulgencio Valdez, Don Francisco Alayza, Don Santiago Pastrana, Etc. El cura doctor Don Jacinto de Aranibar se interesó vivamente por el coronel navarro, y por este alcanzó su libertad. Corridos cinco días, y cuando no se ignoraba en Tacna la victoria del general Goyoneche en Guaqui, uno de los alcaldes, al tiempo que rondaba de noche, se apoderó del cuartel en que estaban las armas, y consecutivamente procedió a capturar a Zela. Es de suponer que la noticia de aquella batalla entró en confusión y el temor en la población, y que esto proporcionó prosélitos, al que se decidió a formar esta reacción. Acto continuo vino a Tacna tropa armada de Arica: mas ya se había restablecido la obediencia a las autoridades del rey. Zela fue sometido a juicio y condenado a muerte. Después de 33 días de prisión, se le trajo a Lima por orden del general Goyoneche: en esta ciudad tenía que confirmarse la sentencia, y entre tanto ocupó un calabozo en la cárcel de corte. 

Asegúrase que Zela pudo fugar y no quiso hacerlo, resignado con singular entereza a sobrellevar su fatal destino. En Lima se hicieron grandes esfuerzos para salvar la vida de un hombre relacionado por su familia, con otras no menos distinguidas que disfrutaban de merecidas consideraciones. Don Julián García Monterroso comerciante con fortuna y crédito, deudo político inmediato de Zela, no excusó diligencia, ni sacrificio para llevar a cabo su intento y lo consiguió, quedando reformado el fallo y conmutada la pena capital, en la de destierro perpetuo al morro de la Habana. En virtud de otra súplica se innovó aun la sentencia imponiendo a Zela diez años de presidio en el de Chagres, y terminados éstos, expatriación perpetua. 

Su prisión en Lima duró cuatro años, y en 1815 fue remitido al istmo. Allí lo insalubre del clima, y el rigor a que estaba sujeto, y los pesares que era consiguiente lo martirizasen en situación tan triste y aflictiva, pusieron término a una existencia el año 1819 y cuando contaba con 51 años de edad. 

Era casado desde el 6 de junio de 1796, con doña María Siles y Antequera Lazo de la Vega, siendo padrino de este matrimonio el coronel Don Francisco Navarro, y el párroco que lo desposó el doctor Don Fulgencio Barrios. 

Tuvo nueve hijos. Uno llamado Don José Santos, ha sido ensayador y balanzario por la República, y el menor Don Lucas, sirvió en la caballería peruana en la campaña de Junín y Ayacucho. 

En la Alameda de Tacna está esculpida en piedra una memoria de Zela, y la revolución que encabezó.” 

II. ZELA Y NEYRA, Francisco Antonio 
Por : Rubén Vargas Ugarte
(Diccionario histórico-biográfico del Perú. Edit. Milla Batres. T. IX. Lima, 1986. Pág.383) 

“Nació en Lima en 1768; murió en Chagres en 1819. Aprovechando la presencia de Castelli en La Paz, Zela y Neyra concibió el proyecto de dar el grito de Independencia en Tacna. El proyecto era aventurado. 

El 20 de junio de 1811, el mismo día en que Castelli era derrotado en Guaqui, Zela reunió a sus cómplices y con ayuda de algunos milicianos destituyó al Subdelegado Antonio Rivero y apresó al coronel Francisco Navarro. El cura doctor Aranibar se interesó por Navarro y consiguió su libertad cinco días mas tarde, un alcalde que rondaba de noche se apoderó del cuartel, en donde se guardaban las armas y procedió a capturar a Zela. 

Zela fue trasladado a Lima y hubo muchos que se interesaron por él. Por fin se le conmutó la pena por la de destierro perpetuo al Morro de la Habana. Todavía se innovó la sentencia, condenándole a 10 años de presidio de Chagres y expatriación perpetúa. En Lima permaneció unos cuatro años y en 1815 fue trasladado al istmo de Panamá. Aquí el clima insoluble y las privaciones dañaron su salud y vino a fallecer tan esclarecido proceder [prócer] de nuestra independencia el año de 1819”

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